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El Nido del Águila

  • Foto del escritor: Brujula Viajera
    Brujula Viajera
  • 2 nov 2018
  • 2 Min. de lectura

Es un impresionante lugar situado cerca de las montañas de Salzburgo que es conocido por tener una enorme carga histórica. En la ciudad de Berchtesgaden se encuentra el Nido del Águila, la mansión de vacaciones y retiro de Hitler durante una época concreta y que en la actualidad puede ser visitada, también es conocida como Kehlsteinhaus.



Berchtesgaden, localidad alpina situada a 25 kilómetros de la ciudad austriaca de Salzburgo, es un verdadero paraíso natural. Capital de la comarca Berchtesgadener Land, está integrada en uno de los parques nacionales más grandes de Alemania, famoso por sus águilas y sus marmotas. Pero quizá la atracción más famosa del lugar es el Nido del Águila, la mansión que el partido nazi regaló a Adolf Hitler por su cincuenta cumpleaños.



Fue construido en 1939, al igual que la estrecha carretera de montaña por la que se llega, que con 700 metros de desnivel y seis kilómetros y medio de recorrido sigue siendo la más alta de Alemania y una de las más empinadas. Un último tramo se puede hacer en el ascensor original de la época, cuya construcción costó la vida de 12 hombres. A este elevador, al que hicieron hueco a través de la roca, se accede a su vez por un túnel de otros 125 metros.



Este chalet se salvó de la destrucción cuando las tropas aliadas lo tomaron en mayo de 1945. Fotografías y archivos de prensa muestran a soldados de la 3.ª de Infantería relajándose en el patio del Nido del Águila, bebiéndose el vino de Hitler y afirmando que estuvieron en la casa el 10 del mayo de 1945 ya que lo habían tomado por ser un punto estratégico. También existe una mito que manifestaba que el Fuhrer guardaba sus tesoros ahí, y que dichos soldados lo saquearon.



Todo el complejo (carretera incluida) se considera una brillante obra de ingeniería para la época y se puede visitar entre los meses de mayo y octubre, aunque el acceso con vehículo privado no está permitido. El complejo fue reabierto al público en forma de restaurante. Las habitaciones de la plata baja, entre ellas el pequeño estudio de Hitler, se han transformado en bodega y despensa, y se pueden visitar solo con un guía oficial. El restaurante cuenta con una amplia terraza de espectaculares vistas a los Alpes; en los días claros, la visibilidad puede alcanzar los 200 kilómetros. Como es de rigor, se sirve cerveza de trigo, Weißbier, que se puede combinar con el tradicional Wiener Schnitzel, plato predilecto entre austriacos, así como otras delicias regionales a base de carne de cerdo, como las Weißwürste o salchichas blancas bávaras. Hitler era vegetariano y abstemio.




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